Tres de cada cuatro personas mayores de 60 años considera que existe un claro problema de convivencia entre las bicicletas, patines y los peatones en Vitoria-Gasteiz. Es una de las conclusiones que se extrae del estudio realizado por el Centro de Estudios Ambientales (CEA), del Ayuntamiento que se ha presentado recientemente.
A nivel general, el 65 % de la población considera que hay un problema de convivencia entre bicicletas, patines y los peatones
Las mujeres, las personas de 60 y más años son los que en mayor medida consideran que existe un problema muy extendido en la convivencia entre peatones, vehículos a motor, transporte público, bicicletas y patines, y es que según se puede ver en la tabla, la percepción de que existe un problema crece con la edad.
A nivel general, el 65 % de la población considera que hay un problema de convivencia. Esta percepción no cambia si se pregunta solo a los usuarios de bicicletas y patinetes, que también entienden que hay un problema en la ciudad.
Entre quienes consideran que se dan problemas de convivencia en algún grado: Más de la mitad afirman que no se respetan ni se cumplen las normas de circulación. El segundo problema se asocia en concreto a la velocidad con la que se transita. Y, en menor medida, el 12,8% afirma que es difícil la convivencia entre modos de transporte sin precisar aspectos concretos.
Por distritos, en la zona de El Pilar se considera que el principal problema es el exceso de velocidad al que circulan estos vehículos, mientras que en el caso de Zaramaga el problema más acusado es la falta de respeto hacia las normas de circulación.
En el estudio realizado este año se pregunta cuál es el vehículo fundamental para cada persona. El 20 % respondió que tiene la bicicleta como un vehículo imprescindible en sus desplazamientos por la ciudad, mientras que el patinete eléctrico es solo insustituible para el 2,3 % de la población. Tres de cada cuatro personas se desplaza fundamentalmente andando, mientras que el uso del autobús alcanza a un 40 % de la población.
La persona usuaria de bicicleta como modo de transporte responde a un perfil claramente masculinizado, joven o de mediana edad, laboralmente ocupado y con estudios universitarios. El 17 % de los ciclistas declara que suele conducir por las aceras a pesar de que está prohibido.
Para los usuarios de la bicicleta, los tres motivos que desincentivan su uso son: la posibilidad de robo, la climatología y el hecho de tener que circular por calles junto a vehículos a motor.
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