Este año se celebra el centenario de la Escuela de Diseño más importante que ha existido, la alemana Bauhaus.
No tuvo una larga vida, pues se fundó el año 1919 y fue cerrada por el régimen nazi en 1933, año en que Hitler llega al poder, ya que el principal objetivo de la Escuela era “reformar la enseñanza de las artes para lograr la transformación de la sociedad burguesa”. Su contenido crítico y compromiso de izquierda fueron la excusa para su cierre.
Pese a ello, por la Escuela pasaron más de 1.400 alumnos (muchos de ellos fueron mujeres) que posteriormente fueron semillas que se esparcieron a lo largo y ancho de todo el mundo llevando a multitud de lugares el estilo Bauhaus, poniendo de manifiesto los que se conoció como Vanguardia Artística.
Uno de sus postulados diferenciador fue que todo debía estar orientado a resolver las necesidades prácticas en la vida diaria de las personas y de ahí su pronunciamiento “la forma sigue a la función”.
Su influencia llega hasta nuestros días, pero fue en su corta vida como Escuela cuando revolucionó el mundo del arte, diseño, arquitectura y multitud de disciplinas que dieron un cambio radical a lo conocido hasta entonces.
En la Escuela coincidieron como profesores y alumnos una increíble colección de genios difícilmente igualable, empezando por su fundador y primer director Walter Gropius (arquitecto y autor del proyecto del conocido edificio de la Escuela en Dessau).
A Gropius le sucedieron como directores Hannes Meyer (arquitecto) y Ludwing Miës Van der Rohe (arquitecto y diseñador entre otras de la famosa silla MR10).
Entre los profesores destacan Wassili Kandinsky, Paul Klee, Johanes Itten, Herbert Bayer, Lázsló Moholy-Nagy, Marianne Brandt, Joos Schmidt, Marcel Breuer, Oskar Schlemmer, Lilly Reich y Gunta Stöltz.
Todos ellos dejaron su impronta en la Escuela Bauhaus y creaciones plenamente actuales pese a tener 100 años de vida como la tipografía de Bayer, el famoso Ballet Triádico de Schlemmer , los diseños de Brandt, Reich, Breuer y Miës Van der Rohe, los pinturas de Kandinsky, Itten y Klee, la fotografía y los collage de Moholy-Nagy, así como los tejidos salidos de las manos de Stöltz. Puedes ver las creaciones de todos ellos en internet.
Por supuesto que los postulados de la Escuela se recogieron también y de forma muy evidente en la labor de los arquitectos allí integrados que crearon un nuevo estilo de diseño de edificios tanto industriales como de viviendas y los trasladaron a multitud de lugares.
Escuela de diseño Bauhaus en Vitoria-Gasteiz
Precisamente esa influencia del estilo arquitectónico de la Escuela Bauhaus llegó hasta Vitoria y hay un par de edificios situados en el Ensanche de la ciudad que dan muestra de ello.
El edificio de viviendas en la calle San Antonio, 30-32-34 que hace esquina con el ferrocarril (obra de Jesús Guinea 1937-1939) y la antigua gasolinera Goya situada frente al Parque de La Florida (obra de José Luis López de Uralde y Francisco Alonso Martos (1935).
En ellas podemos apreciar muchos detalles que ponen de manifiesto la influencia que tuvo el estilo desarrollado por los arquitectos de la Bauhaus en una ciudad de provincias como era entonces Vitoria.
Ventanales mucho más amplios para permitir la entrada de luz natural, espacios libres mucho mayores gracias al empleo de nuevos materiales como el hormigón armado, tejados planos, cierres acristalados con perfiles metálicos y algo tan curioso como los portales de acceso a las viviendas de la calle San Antonio, que recuerdan la tipografía de la letra “A” diseñada por Herbert Bayer y que ya aparece en el rótulo situado en la fachada del restaurado edificio de la Escuela Bauhaus en Dessau o las terrazas con cierre de tubo metálico situadas en el patio de este edificio.
Merece la pena dedicar algo de nuestro tiempo a mirar esas cosas que tenemos tan cerca y que pasamos sin ver.
Pasear, apreciar, disfrutar.
General Inmobiliaria, otra forma de ver las c@sas